Por Lic. Florencia Chiarello

Beneficios en la Salud Mental

Existen diversas investigaciones que comprueban los beneficios que trae en la salud mental tener una mascota. Da una sensación de mayor seguridad, brinda bienestar psicológico y, en muchos casos, funciona como un factor protector del estrés, la ansiedad y depresión. Al mismo tiempo, la presencia de una mascota puede ayudar a aquellas personas que presentan sentimientos de soledad, es decir, que aunque cuenten con personas a su alrededor o no, se sienten solos. Pero también en aquellos que viven solos ya que los animales son percibidos como una compañía sobre el que no sólo se deposita afecto sino sobre el cual se siente recibirlo.

¿La pérdida de la mascota está validada socialmente?

Teniendo presente la importancia que puede tener un animal en la vida de una persona, su ausencia lleva a un dolor que necesita ser transitado. Sin embargo no siempre es posible tal tramitación debido a que la pérdida de una mascota por fallecimiento no está legitimado culturalmente. Dicho con otras palabras, el duelo por el fallecimiento de un animal no es reconocido o validado socialmente ya que los estándares lo significan como inaceptable.

Tal situación puede conducir al desarrollo de un duelo complicado acompañado con síntomas de distrés ya que se produce una obstaculización en el proceso que necesita cada persona ante una pérdida que ha resultado significativa para ella. De hecho, a las personas que pierden a su mascota se les suele decir “adopta o comprate otra” lo que da cuenta no sólo que esta pérdida no es reconocida sino que es minimizada. Por el contrario, es importante considerar el significado que el animal tenía para esa persona y la función que cumplía en su vida sin intentar acelerar los tiempos del duelante.

En la misma línea, Cordaro (2012) toma el modelo dual de Stroebe y Schut. En él describen dos procesos psicológicos en el duelo: uno de orientación a la pérdida y otro de orientación a la restauración. El primero consiste en la serie de procesos reflexivos que el duelante realiza en torno a lo que ha perdido, se pregunta acerca del lugar que la mascota tenía en su vida y los modos de vivir con su ausencia. Mientras que el segundo refiere a los ajustes que la persona realiza ante los cambios ocurridos con la pérdida. De este modo, el duelante puede continuar trabajando, sociabilizando más allá de la misma.

Estos dos procesos se producen de manera cíclica en todo tipo de pérdida. La particularidad en el duelo por fallecimiento de la mascota es que, como no se cuentan con marcos culturales que autoricen este proceso, se presiona a las personas a que continúen con sus vidas sin permitirles el espacio, tiempo y momento para tramitar la pérdida y el dolor ocasionado.

En ocasiones, una mascota se vuelve un vínculo de apego que le brinda a la persona un apoyo emocional, sobre todo en aquellas personas que cuentan con redes sociales poco satisfactorias o reducidas.

Estrategias para la elaboración de la pérdida de la mascota

Además de la falta de validación social, Alfaro y Ursúa (2015) plantean que el duelo por la pérdida de una mascota se caracteriza por la ausencia de ritos y el sentimiento de culpa. La falta de ritos puede generar dificultades en la tramitación de la pérdida y su elaboración psíquica. En cuanto al sentimiento de culpa puede aparecer por la sensación del duelante de no haber hecho lo suficiente o ante la de toma de decisiones como la eutanasia.

Por lo antes dicho, los autores consideran importante que el duelante tenga la posibilidad de relatar la pérdida ya que permita resignificar la pérdida y mermar las emociones. A su vez, proponen realizar actividades simbólicas como la incineración del animal, la decisión sobre qué hacer con las cenizas, etc; y la escritura de cartas de despedida. Todas ellas funcionan al modo de rituales que facilitan un proceso de elaboración de duelo necesario.

Bibliografía

Alfaro, A. M., Ursúa M. P. (2015). “El proceso de duelo tras la pérdida de una mascota: descripción y variables relacionadas”. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Madrid.

Cordaro, M (2012). “Pet loss and Disenfranchised Grief: Implications for Mental Health Counseling Practice”. Journal of Mental Health Counseling, vol 34, n 4.

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