Por Ana Laura Carella, Musicoterapeuta egresada de la U.B.A. Trabaja con pacientes institucionalizados en estado crítico y paliativos desde el año 2010 en equipos interdisciplinarios y en forma individual
“Después del silencio, lo más cercano a expresar lo inexpresable, es la música”. Aldous Huxley.
La musicoterapia es un proceso sistemático de intervención, por lo tanto, se establecen objetivos, que guían el curso de acción y las intervenciones, según la necesidad y realidad de la persona. No es, entonces, una intervención terapéutica aislada o una única experiencia musical, sino más bien un proceso gradual que pretende conducir a un mayor bienestar y calidad de vida.
Cada uno siempre, tiene algo para decir.
Dentro del trabajo individual realizado con los adultos mayores institucionalizados, se plantean actividades que implican el comportamiento Activo de los mismos. Me refiero a experiencias musicales que ponen en juego y estimulan; su intelecto, cognición, espontaneidad, creatividad, y primordialmente la EXPRESIÓN en todas sus dimensiones.
El abordaje se genera en el contexto de la habitación en donde residen, lo cual; en palabras quizás “livianas”; se denomina: su segundo hogar. La intención entonces; es crear, armar, y brindar; esa calidez, que habilite al adulto mayor, a darse “el permiso” de HACER, dejando de lado, en ese momento, los prejuicios propios que cada uno trae.
Este HACER; contribuye a fortalecer la autoestima, y la valoración de las capacidades personales de acción sobre la salud, aún en presencia de enfermedad. Disminuir la sensación de aislamiento. Posibilitar la reminiscencia y los recuerdos para facilitar la reflexión personal sobre la propia vida. Aliviar temores y ansiedades, posibilitando su expresión y tratamiento.
Es por ello, que destaco y resalto lo fundamental de promover el desempeño activo en los adultos mayores. Implica la reciprocidad, la interacción y el intercambio, que se da durante el proceso musical propiamente dicho. Citando una canción, interpretándola desde lo vocal cantado, desde lo sonoro instrumental, lo gestual, o mediante el lenguaje verbal, a través de una apreciación de lo percibido, una opinión, una palabra…una sensación vivida.
